lunes, 27 de agosto de 2007

The Eastern Journey (part 3)

Perdonen la falta de continuidad pero hay mucho que hacer.....

En transito. Tren de Praga a Cracovia, Polonia.

A pesar de que hacìa un par de meses había tomado un tren de Porto a Lisboa este tenía un feeling distinto. Se sentía como el primero despues de una ausencia de 20 años.

No se realmente cuando fue aquel primer y ultimo tren pero salía de la ciudad de Mexico hacía Mazatlan, cuando aún existían trenes en México claro. Habré tenido 5 años? 6? ni puta idea. Pero aqui estaba una vez mas. En un tren moderadamente moderno, en el que habría de pasar las siguientes 6 u 8 horas para llegar a Cracovia. La decisión de saltarme Varsovia había sido tomada por concenso despues de escuchar varias opiniones aisladas de que la ciudad no valía la pena ni el viaje. Cracovia en cambio, prometía ser la nueva Praga.

El viaje resultó moderadamente interesante, mucha musica en el ipod y mis audifonos Grado magnificos. Afuera el paisaje profundamente verde con la lluvia a la que ya me estaba empezando a acostumbrar. Adentro solo habíamos 3 personas en el compartimento, eventualmente uno se bajó y quedé solo con un chileno que resultó ser bastante interesante.

El tipo había comprado el europass de 3 meses y llevaba casi ese tiempo viajando. Habia hecho el viaje que yo estaba empezando pero alrevez. Es decir, empezando en Croacia y ahora iba en camino a Cracovia para de ahi subir a Berlin. Cabe mencionar que para entonces yo no tenía el mas minimo plan sobre como iba a terminar el viaje ni en donde. En realidad era algo que no tenía planeado y sobre lo que en realidad no había pensado en ningun momento. Estaba seguro que algo pasaría a lo largo del camino que me iría guiando. Y claro, pasó.

Pero por el momento el viaje empezaba practicamente y el Chileno me dio algunos tips de backpackero, me contò la historia de un tipo al que le habían robado su mochila en un bar y que seguía viajando tan solo con lo que llevaba puesto.

La historia era curiosa de hecho. Al parecer el tipo iba llegando a X ciudad y llegò a un bar para orientarse. Ahi conoció a alguien con quien congenió muy bien y al parecer era otro viajero. Platicaron y se tomaron unas cervezas y eventualmente llegó el momento de ir al baño. Como había un tanto de confianza de por medio, el backpacker le dijo al tipo que si le cuidaba su mochila en lo que iba a mear. Claro que el tipo le dijo que si, que no se preocupara.

Obviamente cuando regresó no había ni tipo ni mochila y para añadir al insulto lo mas seguro es que se habrà ido sin pagar sus cervezas, dejandole la cuenta.

Eso supuestamente me debìa de motivar a nunca despegar mis ojos de la mochila. Sin embargo como a la media hora, le dije al Chileno que si me cuidaba la mochila mientras iba al baño...

Afortunadamente no ocurrió nada. Pero mientras estuve en el baño me cayó el 20. De que tan pendejo podrías estar para hacer lo que te acaban de contar que no hicieras. Cuando regresé ahi estaban el chileno y mi mochila pero aun así, había aprendido la moraleja de la historia y habría de cumplirla por el resto de mi viaje.

Platicamos por horas sobre economía y politica chilena y mexicana. Ya que el tipo habia estudiado negocios internacionales tambien. Me parecìa curioso como hasta el momento toda la gente que conocía gustaba de platicar de politica nacional y tenían puntos muy interesantes al respecto. Para mi era mucho mejor que ver las noticias porque era la vision de alguien que vivia ahi y obviamente serìa la versión sin mentiras. Quiza con ciertas inclinaciones pero veráz al fin y al cabo.

Otra constante era que casi todos tenían una razon peculiar por la cual hacer el viaje. Ya fuera huír de una realidad desagradable o de un futuro inminente que salía de su control y los ataba a un trabajo que no querían. Un rompimiento amoroso, un tiempo para encontrarse a si mismos. Todos tenían una historia y me era de lo mas interesante. Particularmente porque yo aún no tenía muy clara mi razón. Y eso comenzaría a cambiar.

Para cuando llegamos a Cracovia la noche había caido hacía unas horas y era bastante profunda. Yo no llevaba Zlotys y no había manera de cambiarlos. Habras leìdo que no tenia dinero practicamente y que me habían mandado 100 euros desde casa, los cuales tenía en manera de Korunas checas. El punto es que, era de noche, yo no hablo polaco, no tenía dinero funcional y no tenía puta idea de como llegar al hostal. El Chileno iba a un hostal distinto que quedaba del otro lado de donde estaría el mio así que dijimos los adioses y me dió su correo por si se ofrecía salir a pistear.

Las primeras vistas de Cracovia, todo en un idioma abismalmente distinto e irreconocible, negro noche y señales de haber llovido. Me estaba empezando a acostumbrar a esto y me estaba gustando. Como no podía usar el transporte público como lo indicaban las instrucciones de como llegar al hostal, caminé siguiendo las vías del tren que supuestamente tendría que tomar. Mas o menos 1 hora despuès dí con el fantabuloso "Hostal Giraffe" y para mi sorpresa estaba excesivamente chingon, limpio y moderno. Se veía lleno de vida y gente joven, había un bar adentro y lo que parecía ser una despedida de soltero inglesa adentro.

A este punto lo que me salvaba era que por lo menos los trenes y los hostales eran pagables con tarjeta. Asi que despues de pagar me fuì a mi habitaciòn con la idea de bañarme y dormirme porque estaba muerto despues del viaje y la caminada. Lo que no planeaba era que estaba por empezar una fiesta que durarìa varios días y que cambiaría el curso del viaje, tanto por tiempo como dirección.

Salía yo de bañarme y con pijama puesta cuando me intercepta un tipo de unos 23 con aspecto extrañamente latino y me dice en perfecto ingles que si quiero acompañarlos al bar, que se reunirà con unas amigas y que estoy invitado. En eso, me pregunta, eres mexa? a lo que respondo si, soy de Tijuana. El resultaba ser de Chihuahua o por ahí y había caido en Cracovia hace algunos días y le había pasado lo que me pasaría a mi, iba por uno o dos días y llevaba una semana. Me informò que el bartender era mexicano tambien y que estaría perfecto ir a pistear todos juntos al bar. Asi que con pijama puesta valiendome madre me fuí y fue donde conocí a Megan y Dave. Polacoamericana e Inglès, respectivamente.

Y así, de la nada, surgió una amistad instantanea y lo que fue escalando a una turbopeda con cerveza Zywiec (pronunciada extrañamente "yívietz") y shots de vodka de cereza (la especialidad local). Megan y yo encontramos una afinidad muy interesante que empezò por el gusto intenso de la música de Depeche Mode y una atracción física tácita (porque la tía estaba bastante bien). Con los demàs habia nexos de nacionalidad y/o resistencia al alcohol y al siguiente día se nos uniría Kate, Polaca, que trabajaba en el hostal por las mismas razones por las que todo mundo terminaba quedandose (a mi me ofrecieron trabajo como bartender pero leeras de esto mas adelante).

Sin adelantarme aún, esa noche terminó en blackout para todos y al siguiente día ya eramos profundos amigos. Iniciamos el día por ahi de las 12 uniendonos a lo que el día anterior yo habia pensado era una despedida de soltero. En realidad era un equipo de Rugby de Bristol, Inglaterra y eran todo lo que esperarías de un endurecido grupo de cabrones que solo se mantenían sobrios el suficiente tiempo para darse de putazos en el campo. Aveces ni eso, ya que algunos jugaban hasta el culo y lo hacìan bastante bien.

El punto era que en ese momento, se creaba una coalición parisuda tan grande y brutal igualada tan solo por la fuerza de un huracan o un terremoto. A donde fueramos se hacìa un cagadero y un party definitivo, épico y total.



Eso habría de ser en la noche. Por el momento eran mediodia y nos disponíamos a ir a comer todos juntos a un restaurant local muy conocido donde supuestamente tenían el mejor pierogi; plato local muy sensual que consta de algo similar a los raviolis pero mas grandes y rellenos de chignadera y media. Como el lugar no era tan grande para nuestro contingente de cagadero, nos metimos al restaurant de al lado, tambien muy bueno y extremadamente barato.

Eso serìa una de las 34 cosas que amè de Polonia. Que los precios eran, digamos exactamente, iguales a los de España, pero en Zlotys. Y el Zloty es la 4ta parte de un euro. Luego entonces, era un lugar 4 veces mas barato que España, que para europa ya es barato.

Así que mis 100 miserables y putos euros en Korunas checas, me habrían de servir para un chingo.

Despues de comer, tomar cerveza y hacer desmadre. el equipo de rugby se fue a jugar el partido del dìa y los demás nos fuimos a turistear el area de plaza mayor y el centro pintoresco de la ciudad. El turisteo se transformó lentamente en un pub crawl porque estabamos un tanto cansados y crudos y acabamos de taberna en taberna tomando cerveza. Ya un tanto fumigados nos regresamos al hostal para bañarnos y empezar la noche en el bar. Esa habría de ser la última noche de Dave, Megan, Kate y Pablo (el mexicano que empezò todo esto) porque todos se iban a sus respectivas ciudades. Así que prometía ser una noche bittersweet ya que nos habíamos encontrado un cariño muy extraño en nada de tiempo. Pero de cualquier manera, nada podía cambiar el hecho de que la ibamos a pasar excesivamente bien.

Despues de unos tragos en el bar y de reunir a todo el equipo de rugby nos marchamos a la ciudad con intención de hacer historia. Y vaya que lo hicimos. Durante el principio estuvimos todos juntos y de lugar en lugar nos pusimos cada vez mas agusto, despues nos separamos en crews y acabamos el grupo de los 5 amigos circunstanciales en un bar subterraneo tomando kamikazes; La mayor cantidad de pisto por la menor cantidad de dinero despues de los long islands de Madrid (ver ilustraciòn).

La noche de ahí se puso algo intensa, romantica y personal. Basta decir que quienes compartíamos afinidades tuvimos la oportunidad de conocernos muy a fondo y sin "disfraces".

Luego con la madrugada llegaron las emocionales despedidas, las promesas, cartas y demas parafernalia de quien se despide sabiendo que a pesar de todo lo dicho, jamas se volveràn a ver.

Tras el ultimo adiós y ya cerca de las 6 am optè por irme a dormir tan siquiera un rato. Ya que a las 9 am tenía que tomar un autobus que me llevaría a Auschwitz. Vaya día emocional tenía por delante...